Leer el Antiguo Testamento puede parecer como explorar una antigua y misteriosa mansi n, llena de toda clase de cuartos extra os. El cuarto de la creaci n, amplio y sublime. El cuarto del xodo, con faraones de coraz n empedernido y mares que se secan. El cuarto de la guerra, con espadas ensangrentadas y muros derribados. El cuarto del tabern culo, con altares humeantes y un oscuro lugar sant simo. Qu tiene que ver este curioso y antiguo mundo con nosotros los seguidores modernos de Jes s? Resulta que tiene todo que ver Cada cap tulo del Antiguo Testamento, de variadas formas, cuenta la historia que culmina en Jes s el Mes as.
Lo que los cristianos hoy llaman el Antiguo Testamento es lo que Jes s y los primeros creyentes llamaban las Escrituras. Esa era su Biblia. Desde sus p ginas, ellos ense aron acerca de la naturaleza divina del Mes as, su obra sacerdotal, su ministerio de salvaci n. Cristo, la llave presentar una vez m s a los lectores estos antiguos libros como testimonios siempre frescos y novedosos de Jes s. Al terminar, aun Lev tico te parecer un libro de gracia y misericordia, y en los Salmos oir s la potente voz de Cristo.