La revoluci n francesa supuso el colapso y fin definitivo de la sociedad del Antiguo R gimen. La sociedad estamental, la autoridad y soberan a del r gimen mon rquico absolutista y la primac a del poder religioso fueron cuestionadas. A medida que el viejo mundo iba qued ndose atr s surgieron detractores y cr ticos que, desde la reacci n y oposici n furibunda contra el emergente r gimen liberal, anticiparon las ideas, en fase embrionaria, que integrar an el discurso antimoderno en lo sucesivo.
La contrarrevoluci n antiliberal estuvo liderada por diversos autores, entre los que podemos destacar a Joseph De Maistre, cuya particular visi n de la entrada del mundo en la contemporaneidad actual ha suscitado no pocos estudios y teor as por parte de destacados especialistas en la materia como Isaiah Berlin o Stephen Holmes. Su defensa a ultranza de la monarqu a y la iglesia bajo los par metros cat licos y reaccionarios se vieron complementados por una concepci n providencial de la historia. Dentro del universo Maistriano el pecado y la condenaci n convert an la vida humana en un asfixiante callej n sin salida, en un abismo sin fondo ni redenci n posible.