Una Nueva Democracia (Spanish Edition)

La experiencia de ser dem?crata, ha venido experimentado cambios profundos en los ?ltimos cien a?os, ajust?ndose cada vez m?s a la cultura de cada pueblo, a las necesidades de las personas y de las comunidades y a las exigencias del desarrollo y de la tecnolog?a. El colapso de los viejos modelos, el sin sentido de las ideolog?as nacidas de los caf?s europeos y de acad?micos divorciados de la realidad, las nuevas exigencias de los mercados, los procesos de globalizaci?n y de apertura y la nueva conciencia de los pueblos, tradicionalmente marginados y hasta las incongruencias de los mismos dem?cratas, nos han llevado a la conclusi?n que la democracia que tenemos y en la cual hemos cre?do, lleva tiempo en terapia intensiva. La democracia para finales del siglo XX, se hab?a quedado sin respuestas ante las angustias de los ciudadanos. Ninguno de los problemas cruciales del ciudadano de hoy en d?a, han sido atendidos con efectividad. La excesiva dependencia de la democracia como filosof?a de vida, del desarrollo econ?mico de unos cuantos, ignorando al ciudadano, y por la creciente apat?a de quienes sienten que los pol?ticos han tomado un camino equivocado, lejos de su misi?n. El peligro est? en que el ejercicio de la democracia, se convierta en un ejercicio de protagonismo, en un manejo obsceno del poder y de los recursos de todos, en un acto de mercadeo, carente de ?tica, controlado por grupos de inter?s, ajenos a la comunidad, comprando conciencias sin escr?pulos, colocando en puestos importantes a sus fichas y seguidores sin credenciales e imponiendo a l?deres vedettes sin contacto, ni presencia, ni ?tica. En el momento actual, estamos siendo testigos de democracias de contenido, sin esp?ritu democr?tico, acomod?ndose a las circunstancias, alejadas de las necesidades de las comunidades y a la proliferaci?n de l?deres carism?ticos, pol?ticos en tr?nsito, con escasas credenciales, quienes con poca o ninguna ?tica, distorsionan los procesos y se autoproclaman dem?cratas para llegar al poder por v?a democr?tica ignorando que la democracia verdadera es la conciencia de la comunidad y la comunidad es el sujeto del poder para todos en la consecuci?n de un gran y ?nico objetivo, el bien com?n. Estos l?deres h?biles en mercadearse, en vender lo que no tienen, prometen la tierra prometida que solo existe en sus fantas?as, con escaso contacto consigo mismo, implantan ideolog?as de corto alcance, modelos y patrones, que impactan negativamente la autoestima, la ecolog?a y la ?tica de los ciudadanos y le hacen un da?o importante a la democracia. Esta actitud marginal ha terminado marginalizando la democracia: l?deres y ciudadanos incongruentes e ignorantes de s? mismos, negados a ver sus propias contradicciones, esperando que se les de todo gratis, dando apoyo a quienes los usan, convirtiendo la democracia en un acto de beneficencia y no en un estado de conciencia elevado para ser ?til a muchos otros, con necesidades de crecimiento. Las incongruencias, sin duda, destruyen la esencia, el equilibrio, la ecolog?a y la ?tica de los procesos democr?ticos y al mismo tiempo favorecen pr?cticas y rituales ajenos a una democracia de procesos. Lo m?s grave es que el sujeto de la democracia ha venido desinteres?ndose de lo que es su responsabilidad: conectarse unos con otros, en lo que llamamos el bien com?n.